sábado

50 AÑOS DE OLVIDOS PREMATUROS

Baja la temperatura, mientras el sol en su horizontalidad dora la fachada de la torre de la iglesia, la luna amanece en el avance antagónico de la noche.

La calma toma posesión de los rincones; asoman rastros de soledad.

Los pasos por la calle estrecha se hacían cada vez más fuertes. Llegando estaba don Adelmiro Ernesto Val del Iño, y no aflojaba en su empeño por llegar. Cargado de pensamientos, de un golpe abrió la puerta de su casa. Adelmiro añoraba su cama y su manta, su cocina y su silla debidamente alineada con el borde de la mesa.

Su mirada atónita, con pupilas dilatadas por la oscuridad, enfocaban al reloj de la cocina intentando adivinar si ya eran las 20:00 para sentarse. Olvidaba, otra vez olvidaba como siempre, don Adelmiro la posición del reloj que sorpresivamente acordaba la hora a sus espaldas. Y el cucú no salía.

La sordera de medio siglo de contemplaciones y desvelos mantenían a Don Adelmiro en alpha, cual ímprobo científico acuciado por el dominio de su ciencia. Adelmiro, solo oía el latir de su corazón.

Olvidaba también, don Adelmiro, su circunstancia semisecular para abrir su acomodada vidriera de recuerdos inconclusos y sacar su guitarra española.


Retirando la silla se sienta y acompañado por su guitarra recita su mejor poesía, “Doña Jesusa la reclusa de mis noches”:

Jesusa, la reclusa de mis noches
Tus afanes de ternura dominada
por los vientos de premura amansada
eres mi lucha encarnizada de locura.
Amor por amor te llamo.
Realzo tu figura y me entrego
al vital desenfreno de pasiones
transitando tus lugares a oscuras.

Jesusa, la reclusa de mis noches,
tu sentir acunando nuestras frutas
hasta que el desanidar nos traslade
a otras rutas
que juntos andaremos en desmesura.

El tiempo que pasa Jesusa,
lleva la marca de mi vida
y de la tuya
no me dejes caer en la incordura
de negar tus labios tan ardientes.

Jesusa, Jesusa, Jesu…. Je…



El olvido del final de la poesía, presagia una cierta falta de ubicación de don Adelmiro que en un abrir y cerrar de ojos despierta al lado de Jesusa mientras le decía: - ¡¡¡Adelmiro!!!, son las 8:00 y me diste la noche con tus ronquidos y tus cánticos desafinados. ¡¡Arriba!! que hay que despertar a las niñas para que desayunen mientras yo preparo la ropa para lavar, luego vas a hacer las compras mientras yo limpio la casa y las niñas hacen los deberes. No te olvides de pasar por el carpintero y comprar las baldas para la cocina que ya esta bien de esperar con ese tema. Cuando llegues pon todo en la nevera y en las alacenas porque yo estaré con las niñas en la competición del colegio, no te olvides tampoco que hoy se celebran los 56 años de la primera comunión de mamá, no dejes de llamarla para felicitarla; prepara mientras la comida para cuando volvamos, no hagas mucho porque seguramente les daré un aperitivo en el Mc Donals para que se queden quietas en el coche. Por cierto, ¿llevaste a lavar los coches? porque la semana pasada con el partido de futbol no te acordaste de limpiarlos, si tienes tiempo antes de venir con la compra pasa por el lavadero y dales un repaso. Por la tarde no dormirás la siesta porque debemos ir a casa de tu hermano a regar las plantas, darle de comer al perro, limpiar la terraza, cambiar el agua a los pájaros, buscar la dichosa tortuga y llevarla al veterinario, esta que se mea por todos los rincones y cuando regrese tu hermano se va a agarrar la cabeza. ¿Hablaste con Marcelo y Juan?, te llamaron esta semana para que vayas a tomar unas cervezas con ellos: Diles que no puedes porque esta noche festejamos en casa de mi hermano los 32 años desde que dejó el patinaje artístico, ya sabes que nos va a pasar el tipico film de cuando fue campeón Europeo y cuando participó en Moscú por el campeonato mundial,…imagínate, nos contará por enésima vez sus movimientos armónicos y su famoso golpe en el triple mortal para atrás sin retén. Además………

A Don Adelmiro se le empezaron a dilatar las pupilas. Comenzó despertando a la tortuga del hermano, mientras festejaba la primera comunión del perro, limpió a sus hijas y fue a hacer las compras a lo de la madre de Jesusa mientras se meaba por todos los rincones, Don Adelmiro, No llamó a Marcelo y a Juan quienes esperaron en el bar hasta altas horas de la noche mientras en intentos fallidos no cogía Adelmiro el teléfono. Se puso los patines y se fue a Moscú para comprar las baldas para el mundial. Todo ello mientras Jesusa estaba en el Colegio, según Adelmiro festejando los 56 años de estudios deportivos de las hijas. Regresó con triples vueltas mortales para atrás y sin retén a su casa el mismo día que sus hijas festejaban

Así es, Señores y Señoras,
cómo luego de 50 años de vida
llaga a este día don Adelmiro,
entre sollozos y festejos
creyéndose ya un viejo
cuando siempre se alojó en el olvido.