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PEQUEÑA BIOGRAFIA DE HILARIA KLINTOVA


Hilaria tiene mucho que contar. Nacida en 1940 en un pueblo cercano a Bladibostock, region de Primorsky, fue hija de una familia de políticos. Su padre, cercano al Zaar, y ante el avance soviético, regresa a Bladibostock para promover la revolución en esa apartada región y así desembarcar, años más tarde, nuevamente en Moscú, dentro de la estructura de poder del Kremlin.
Tocada por los tormentosos dias revolucionarios, frecuentó las esferas culturales y artísticas soviéticas donde conoció a un pintor cercano a Michail Nasterow, y se sumergió en las nostálgica atmosfera costumbrista y espiritual interior del pueblo Ruso. Discidente del régimen huyo junto a su pareja hacia occidente donde pudo desarrollar sus dotes de oratoria y amatorios con el único interés de conseguir el poder. Sus aventuras y desventuras dejaron atónitos a muchos dirigentes del mundo. Hilaria Klintova falleció en su pueblo natal a la edad de 96 años.

HILARIA KLINTOVA

Enredada en su identidad, supuso que su marido nunca lo notaria. No hizo nada por aclarar para que no oscureciera.
Escudada trás del humo de los cigarrillos, se sintió despojada de esa culpabiliad atávica inculcada al descubrir que a su bien amado también le gustaban otros hombres.

EVASION

El sueño era recurrente: Me marchaba con él en la ansiedad de intensificar nuestra relación. La fantasía y el deseo fueron siempre mayores que mi felicidad conyugal.

Al amanecer, en cada despertar, las miradas se alejaban aún más. El silencio confundía la atmósfera.

En su despedida, al cerrar la puerta por última vez, mi esposa expresó que su condición de mujer no le permitía ser el hombre de mis sueños.

Sigo durmiendo en casa, ahora sin ella y también sin el sueño

REFLEXION CON ARCILINDA

Las chanclas rojo carmesí al lado de la cama. Todo tipo de alimañas revolcándose por las inundables tierras de la aldea. En suerte de posturas exóticas, practicaba Arcilinda, con anhelo, la concreción de sus próximos pecados carnales. Mientras, esperaba.

Al entrar en la alcoba, la felicidad que inundaba a la aldea huyó. El capitán Fu Fú maldecía el nombre de Arcilinda al encontrarla a ella en prácticas amatorias con la cotorra cabezona.

No hubo, en las ideas del noble Capitán, más desorden en su mundo que el de ese día. Con su desdicha a cuestas, acumuló la ira de mil demoños, sin percatarse que Arcilinda fue siempre la más libre de todas las mujeres de la aldea y que lo que hacía era tan solo un intento mas para liberar su alma del cuerpo.

"No hay destino posible sino estelas en el mar", se decía el Capitán Fu Fú.

LA CONLUSION

....."Lo cierto es que tanto prejuicio sobre la sexualidad de las personas y su consecuente confrontación a las cuestiones más sensibles de la identidad humana, no ha podido con las prácticas, todavía secretas, de una sociedad enferma por no superar sus contradicciones".

Concluyó de esta forma, su discurso el Profesor de psicología, Dr. Vod Kaa, de la Universidad Ortodoxa de Lenningrado, mientras, preso de su palidescencia, disimulaba la lectura de la nota enviada por su mujer que le acababa de pasar el conserje de la sala:

Lo siento, mi vida es mejor junto a Natasha.
Cada uno debe seguir su propio camino.
Siempre te recordaré.
Ilusha.