La sensación es la de estar viviendo en un lugar que no
es el lugar donde uno creía que estaba viviendo. ¿Fenómeno social de negación
de una realidad?.
Los tópicos de la corrupción y el resto de perfiles
nefastos para las sociedades es una visión abierta que como el aceite va
manchando la percepción y, en consecuencia, el ánimo de la sociedad, como
singularidad inaudita, sin capacidad de reacción alguna.
No es verdad que España sea como Grecia. No es admisible
esa afirmación tan si quiera con el mínimo análisis en base a un pobre
conocimiento sobre la materia, el entorno. La capacidad motora de España frente
al mundo, por sus vínculos históricos, por su potencial creativo y por su
posición de intercambio frente al resto de las sociedades hispanoparlantes
le da una posición no solo más sólida sino muy alejada de los compromisos de
consumo impagables a Alemania y Francia por compra de insumos por parte de
Grecia.
La contaminación de la información como herramienta de
manipulación de masas esta a la orden del día. Hoy, ahora, amanece y al mismo
tiempo es el ocaso, según lo que circula por los medios. No hay interpretaciones
diferentes, hay una realidad opuesta donde no caben interpretaciones. La
esquizofrenia del mundo latino contemporáneo fruto de un manejo inadecuado de
sus emociones. Blanco y negro a la vez sin capacidad de matices.
Lo que es lastimoso es ver que todavía en la España del
siglo XXI hay quien piensa que hay que trabajar como chinos y conducirse como
ganado. Las mentes ilustradas se marchan, no pueden contra la fuerza de los
indocumentados y desilustrados con poder económico.
La sabiduría es un bien que debe recibir cuidados y sin
embargo se toman el lujo de negárselos. Si Einstein quisiera venir a dar clase
a España tendría que esperar 20 años: nacionalizarse, homologar su título,
presentarse en las llamadas a concurso, hacer loby con algún catedrático,
esperar a que los que estaban antes que él entren, observar que se eligen “leales”
sin antecedentes y quizás no lo consiga por tener pensamiento crítico y ser “peligroso
para el sistema de acomodados a dedo”. Vaya sociedad soberbia.
Hay que proyectar a la sociedad hacia ideas nuevas pero estas
son atacadas sistemáticamente por la desvalorización del dirigente desilustrado.
Hay que cambiar las palabras pero hay quien se empecina en seguir manteniendo
los conceptos antiguos y desfasados, aferrados a un pasado que no es presente,
ni puede serlo.
La territorialidad y sentido de pertenencia imperial de
la mente medieval de las postrimerías de la Edad Moderna parece no haber
evolucionado en la península ibérica. Poco sirvió el pensamiento de la
ilustración o las penurias de la revolución industrial, la inaceptable guerra
civil, los adelantos logrados durante
los movimientos modernos y post modernos, la era tecnológica o la actual
digital. Mantenemos con firmeza la propiedad de la tierra y la cruz alzada en
protección de la ignorancia para su manipulación. Mientras los abusos de cuya
ignominia no quiero reflejar en este escrito pero que pone a la economía como
un recurso para unos pocos sobre el sometimiento de muchos. El fascismo que no
se ve, en nuestras propias narices.
Bancos y políticos en connivencia y modificaciones justas
que no llegan a producirse mientras, el legislador mira para otro lado
olvidando el principio de bien común y de interés general de los asuntos
públicos y no tanto, porque mandan a controlar al más débil pero el poderoso
vive fuera de la ley y en abuso permanente sin interferencia alguna, todo para
cotizar en el Nasdaq, o un casino. Basta un solo ejemplo para poder universalizar
prácticas antiéticas de mercachifles en una sociedad preparada para vivir realidades
de formas aceptablemente diferentes a lo que viven fruto de guerras y penurias
cuyas historias recientes parecen olvidarse como lección.
Las sociedades que expulsan a sus ciudadanos ilustres
están condenadas al fracaso.
No es válida la afirmación que por medio del voto las
sociedades tienen lo que se merecen. Esa frase lapidaria solo sirve para que el
que la pronuncie, (muchos señores de voz televisiva y radiofónica) pueda auto-absolverse
de cualquier responsabilidad por lo que dice o hace.
La justicia tiene necesidad y obligación de modernizarse
y agilizarse pero, sus pensadores parece que no, ellos, los que promulgan las
leyes, no tienen el más mínimo interés de que el estatus quo de la justicia
cambie porque los puede salpicar, las cuestiones de forma imperan frente a las
de fondo, en síntesis, aparentar lo que no se es para lograr un fin inaceptable
desde donde se lo mire.
Una justicia lenta es injusta, una justicia obsoleta es
injusta, una justicia sin ética es injusta, una sociedad con injusticia esta
condenada al fracaso y es NO COMPETITIVA.
La mirada torcida del legislador escapa a la visión de
conjunto necesaria para acabar de una vez con los problemas de una mala
distribución de las riquezas y de los derechos, porque las obligaciones sabemos
que siempre son para los más desfavorecidos, ahora al pié de contraer
enfermedades porque al legislador le importa un bledo la sanidad pública, le
importa el negocio de la sanidad que se aleja de los intereses generales de una
nación. Sin educación y sin Sanidad la sociedad esta sometida al fracaso.
Bastan solo diez años para poder dar vuelta a una
sociedad y encaminarla hacia un fin común.
La presencia del Estado como el paradigma de la sociedad
organizada bajo valores democráticos, es decir, de adultez y observación de la
realidad, se aleja hoy en día de los estímulos de cierta horizontalidad para
verticalizar las órdenes y activar al comportamiento paternalista, Papá que dice
lo que esta bien o mal y… todos a
callar.
El Estado que no tiene la madurez suficiente democrática
para establecer las reglas consensuadas de juego en base a la equidad y a su
control, único rol asumible y claro que se le debe a una sociedad globalizada,
esta destinado al FRACASO. Se necesitan ideas universales y concreciones
locales apropiadas y controladas para beneficio de todos, como lo es en los
países socialmente más avanzados. Para ello no hacen falta recortes sino
administrar con sensatez la cosa pública, la unión de identidades diferentes,
la estructura de la administración general, regional y LOCAL que tanto esfuerzo
requirió y cuyo fracaso esta vinculado exclusivamente al abuso de paternalismo
político, nepotismo y autoridad, y una descontrolada administración de recursos
públicos, no fiscalizados por los que debieron, deben y deberán hacerlo, porque
la sociedad los tiene a sueldo fijo para ello.
En el terreno de los negocios, la visión de
comportamientos de supremacía vinculados a la tenencia del dinero y no a la
capacidad de generarlo con formas equilibradas de planificación y crecimiento
sustentable, esta haciendo estragos dentro y fuera de las propias fronteras del
país. En efecto liderar el negocio como un recurso de obtención de riquezas
vinculado al trabajo, la dignidad, la visión, el tacto, el perfil adecuado a
conocimientos, a la técnica, con táctica, con estrategia, reglas claras, juegos limpios, transparencia; honestidad, respeto, comprensión,
investigación, recursos genuinos, e
IDEAS, entre otros, son valores que Uds. bien conoce como ciudadano pero que no
quiere poner en práctica por falsos principios de “lealtad”.
La idea no es un pensamiento racional sino una intuición
basada en más racionalidad que el propio pensamiento razonado. Lo sencillo
tiene complejidad detrás, lo simple no tiene nada. Las ideas como resultado de
pensamientos intuitivos requieren de un mayor grado de conocimiento.
CONOCIMIENTO, esto no lo dan las emociones sino la EDUCACIÓN y por lo tanto, una sociedad sin EDUCACIÓN y mal gestora de sus
emociones, esta condenada al fracaso. Una sociedad que se permite tener como a
sus representantes a personas que denotan menosprecio por el conocimiento y la
educación, es una sociedad ESTAFADORA.
La estafa viene vinculada a problemas culturales
relacionados con la falta de preparación y cultura. Los límites del
desconocimiento llevan a cometer atropellos contra la sociedad que le da de
comer a los que hacen negocios con su dignidad para beneficio particular y con
el permiso implícito de la propia sociedad. Es como entrar en el gallinero de otro bajo el
juramento de hacerlo producir, pero, ….”sin querer”…. metemos al zorro mientras
nos llevamos los huevos y matamos a las gallinas. Esos negocios que hoy en día
proliferan es el resultado de personas que piensan que hay que trabajar como
los chinos.
Al salir del gallinero, diezmado y sin posibilidades de
recuperarse, ya con las gallinas muertas, el zorro se escapa y el que tenia que
explotar la producción queda arrestado, pero la política que se queda con los
huevos robados hace lo posible para que el
juez no condene la acción sino solo cuantifique lo deteriorado y penalice por
ello. Tarda tanto en juzgar la justicia que, los huevos se pudren y el responsable
quedará absuelto por falta de pruebas dado que el zorro se escapó.
La conquista de mercados internos y externos es el mayor
de los dislates en mentes mesiánicas dentro de una sociedad no competitiva. El
logro de los triunfos se realiza por medio de prebendas de todo tipo vinculadas
a maniobras de corte financiero de dudosa legalidad, con el fiscalizador en
casa y mirando para otro lado, con
servicios de poca calidad o carentes de lineamientos claros desde la
dirigencia, más asociada a los intereses de ingenierías financieras de corte
medieval usureras, que a la realidad de la producción de bienes y servicios en
la era digital. La especulación frente a la producción real. Estas premisas
promueven el desinterés por el trabajo efectivo, machaca al liderazgo del
conocimiento para la innovación como valor añadido de la sociedad y desvaloriza
las relaciones humanas, motor de cualquier empresa que se precie. La
singularidad en el bajo estímulo y el pésimo ejemplo de las cúpulas dirigentes
es uno de los mayores males endémicos de la clase empresarial y académica de
este país.
Un país sin recursos energéticos tiene que administrar
con suma prudencia la eficiencia de sus movimientos, desarrollar estrategias efectivas
como sencillas de aplicación y transmitir a sus administrados y equipos la
ilusión de estar haciendo lo que se debe, motivo por el cual se gana dinero y
no al revés.
La impronta del exitoso empresario que revienta a su
entorno para ganar él tiene que llegar definitivamente a su fin. Basta de pelotazos.
Los pelotazos a costa de la sociedad que lo mantiene los hacen los ignorantes
que no han sabido manejar sus emociones personales en épocas de crisis por
estar aferrados a creencias del pasado que nada tienen que ver con el presente
global del mundo y la dignidad de las personas que en él habitan.
Por último, pero no menos importante, es la necesidad de
estructura un cambio en la utilización de las palabras como conceptos que
reflejan un nuevo pensamiento. En tanto y en cuanto no se genere creatividad,
es decir motivación por nuevas ideas, la sociedad no sufrirá ningún cambio sino
la desidia de observar como su entorno se cae a pedazos diezmado por falta de
iniciativas y seguimientos aceptables y razonables.
Son necesarios nuevos retos que incorporen como valor
agregado al Diseño, símbolo inequívoco de crecimiento de la calidad de vida de
una sociedad que ha alcanzado su nivel de vida aceptable pero que no quiere
reconocerlo, o….no le dejan reconocerlo.
Quizás este pensando Ud. que el equivocado soy yo por
pensar y tenga que adecuarme a la realidad que describo y que no acepto ni
comparto. Al menos intento ser honesto y decirlo. Las sociedades que no
reconocen sus problemas están condenadas a no solucionarlos.
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