lunes

QUERIDA DANYA

Queridísima Danya:

Estoy cocinando un gaspachito andalúz, y mientras se enfrían los tomates que acabo de pelar con agua hirviendo, me acordé de ti y tenía ganas de escribirte.

Aquí estoy, en medio de la mesa en la cocina y con el calor agobiante de vivir en un ático, sin aire acondicionado.

Ya que estamos tan lejos una de la otra, (esto no es igual sin tu presencia, vecina), quería hacer unas reflexiones para ver qué opinión te merecen.

Es que resulta que, mira…..,

Yo pienso que límite imaginario o real del final del mundo no se ha restringido solo a la visión de unos dogmáticos iluminados, de vaya saber qué iglesia surgida de la miseria, ni tampoco a las pasajeras guerras que han asolado y asolan a poblaciones de todo el mundo, impregnándolos de odio al prójimo por pertenecer al blanco elegido, esa vez. El abismo al que nos confrontamos, con la muerte en los talones, en pequeñas dosis respiradas, comidas y horneados por las crecientes olas del calor, presagian que el vacío frente a nosotros es además el infierno.

Pero si la paradoja reside en buscar culpables, llegaremos a no ver la responsabilidad para encontrar finalmente algún verdugo que cortando cabezas, como yo corto las verduras, solo le quede la de él por cortar, porque los niños, claro, están fuera de esa dinámica, siempre y cuando no se trate de los de la calle de muchas ciudades del mundo, que son adultos a los siete años de edad.

La insurgencia del pensamiento, la falta de levedad en el ideal de vida solo vinculada al dinero, y al éxito impulsado por los mercaderes, esta poniendo en serias dificultades la búsqueda de responsables, para ser todos culpables. Mientras, otros, que no son los niños, se enriquecen de la misma miseria que dirigen y de la insensibilidad al creer que al rebosar la copa, empieza a caer para otros, …lo que sobre de ella. Solo sería interesante saber cuantas copas más han de poner bajo el chorro para evitar que desborden.

¡Espera, que me olvidé de cerrar el gas de la cocina……! Y como hoy me encuentro un poco como revolucionada no vaya a ser que reviente.

Bueno, como te iba diciendo,… el brindis, esta servido, para hacernos creer, que al final, los culpables del infierno, del veneno, de la miseria, de las guerras, de que las copas no rebasen, somos nosotros mismos, es decir todos. Luego, se nos hace imposible vivir tranquilos, si poseemos un mínimo de conciencia sobre lo que nos rodea. Quedan a salvo de la conciencia los niños que tienen el derecho de ser inconscientes, al menos ese período de sus vidas, porque después crecen y dejan de ser niños…..¡Qué obvia que estoy Danya!.

Ahora resulta que lo ideal es reciclar para que los residuos sólidos urbanos (ya ves que puesta estoy desde que hago los cursillo de desempleo) no nos tapen y podamos seguir viendo el sol. No veas como tengo mi cocina con los cubos de todos los colores.

Te cuento, que acabo de cerrar las ventanas porque como todos los veranos se nos incendian los bosques y se me llena de humo la casa. Cuando veo el incendio, bajo las persianas y me quedo dentro cuidando los muebles.


Pero mi pregunta es: ¿No crees que sería mejor irnos de vacaciones?

Bueno te dejo y espero que puedas comprender mi carta porque luego de tantos años que has estado de vecina no sé como hacíamos para entendernos porque tu idioma es tan complicado y nunca quisiste aprender el mío.

Voy a seguir con los tomates, me toca triturarlos.

Recuerdos.
Siempre tuya,

Tu ex vercina del 1º.

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